En el gobierno Municipal de Ecatepec de la gestión 2006-2009, se establecieron cinco preparatorias y una universidad con cinco carreras, que dejó para inicio del ciclo escolar 2009-2010 a más de 3.500 alumnos, en su mayoría de escasos recursos, estudiando en sus aulas; 750 en Superior y 2800 en Media Superior, bajos los criterios de la Secretaría de Educación Pública del Gobierno el Estado de México y de la Universidad Autónoma del Estado de México en su caso; con un gasto inferir al 0.4% del presupuesto.
Si este ejemplo se propagara en cada uno de los 125 municipios del estado de México, utilizando las escuelas sub-utilizadas y con tan sólo una escuela en media superior la cifra alcanzaría la cantidad aproximada de 70.000 estudiantes anuales. Mientras que en superior haciendo un estimado de participación de tan solo el 50% de municipios, la suma estimada de inscripción anual alcanzaría un mínimo de 30.000 lugares. Así pues se estaría dando atención a 100.000 jóvenes anualmente.
La pregunta es ¿Valdrá la pena invertir en un proyecto así? La respuesta resulta simple. Dar educación resulta más barato que todo el gasto que se invierte en combatir al narcotráfico y la delincuencia común. Metamos (de la calle) a nuestros jóvenes a estudiar y los tendremos desarrollando mejores valores personales y sociales, tendremos entonces menos índices de violencia intrafamiliar y social, habrá que invertir menos en cárceles. Se afectaría menos la economía en los sectores como el turismo, podríamos bajar los niveles de asaltos, y crímenes por riñas, habría menos secuestros, las calles estarían mas limpias, existiría más respeto a los peatones y una mejor convivencia con la naturaleza, podríamos hacer realidad planes que requieren de la participación consciente de la sociedad; como el cuidado del agua, de los bosques, del reciclado de la basura, de la nutrición y la salud. Podríamos generar grandes capitales de potencial humano para la producción de ciencia, y nuevas empresas.
La educación es y debe ser un derecho en el que el estado no debe soslayar sus obligaciones porque invertir en educación es invertir en la solución de nuestros actuales problemas, y en la prevención de otro más graves. Porque sólo con educación podemos crecer como nación y proyectarnos a la construción de un mundo más humanista.
Punto aparte es destacar que el derecho a la educación es el derecho a gozar del desarrollo de la conciencia y la potencialización de la felicidad y el logro de la satisfacción del ser creativo. Un derecho a la mejora de la relación con el universo, a la contemplación de la naturaleza y las bellas artes. La posibilidad de estudiar y de ser culto permite el desarrollo de la existencia en la praxis y nos aleja del vacio existencial, de la indiferencia ante la decadencia y del suicidio.
En Ecatepec, se esta demostrando. Hoy miles de jóvenes tienen una esperanza optimista para la vida, su rostro esperanzado siempre fue un aliciente para luchar por ellos. Ojalá las nuevas autoridades fortalezcan y hagan crecer esta realidad, al igual de que este ejemplo no sea desdeñado como una alternativa para todos los municipios mexiquences. Si el que hoy gobierna al estado quiere ser Presidente de la República, bien podría dar señales de buen gobierno abatiendo el rezago de educación media superior y superior con esta alternativa y con un auténtico liderazgo con los ayuntamientos y porque unidos lo podemos todo.
Si este ejemplo se propagara en cada uno de los 125 municipios del estado de México, utilizando las escuelas sub-utilizadas y con tan sólo una escuela en media superior la cifra alcanzaría la cantidad aproximada de 70.000 estudiantes anuales. Mientras que en superior haciendo un estimado de participación de tan solo el 50% de municipios, la suma estimada de inscripción anual alcanzaría un mínimo de 30.000 lugares. Así pues se estaría dando atención a 100.000 jóvenes anualmente.
La pregunta es ¿Valdrá la pena invertir en un proyecto así? La respuesta resulta simple. Dar educación resulta más barato que todo el gasto que se invierte en combatir al narcotráfico y la delincuencia común. Metamos (de la calle) a nuestros jóvenes a estudiar y los tendremos desarrollando mejores valores personales y sociales, tendremos entonces menos índices de violencia intrafamiliar y social, habrá que invertir menos en cárceles. Se afectaría menos la economía en los sectores como el turismo, podríamos bajar los niveles de asaltos, y crímenes por riñas, habría menos secuestros, las calles estarían mas limpias, existiría más respeto a los peatones y una mejor convivencia con la naturaleza, podríamos hacer realidad planes que requieren de la participación consciente de la sociedad; como el cuidado del agua, de los bosques, del reciclado de la basura, de la nutrición y la salud. Podríamos generar grandes capitales de potencial humano para la producción de ciencia, y nuevas empresas.
La educación es y debe ser un derecho en el que el estado no debe soslayar sus obligaciones porque invertir en educación es invertir en la solución de nuestros actuales problemas, y en la prevención de otro más graves. Porque sólo con educación podemos crecer como nación y proyectarnos a la construción de un mundo más humanista.
Punto aparte es destacar que el derecho a la educación es el derecho a gozar del desarrollo de la conciencia y la potencialización de la felicidad y el logro de la satisfacción del ser creativo. Un derecho a la mejora de la relación con el universo, a la contemplación de la naturaleza y las bellas artes. La posibilidad de estudiar y de ser culto permite el desarrollo de la existencia en la praxis y nos aleja del vacio existencial, de la indiferencia ante la decadencia y del suicidio.
En Ecatepec, se esta demostrando. Hoy miles de jóvenes tienen una esperanza optimista para la vida, su rostro esperanzado siempre fue un aliciente para luchar por ellos. Ojalá las nuevas autoridades fortalezcan y hagan crecer esta realidad, al igual de que este ejemplo no sea desdeñado como una alternativa para todos los municipios mexiquences. Si el que hoy gobierna al estado quiere ser Presidente de la República, bien podría dar señales de buen gobierno abatiendo el rezago de educación media superior y superior con esta alternativa y con un auténtico liderazgo con los ayuntamientos y porque unidos lo podemos todo.